Es frecuente encontrar compañías —y particularmente consejos de administración— que no están satisfechas con los resultados obtenidos. La mayoría de ocasiones se trata de resultados económicos considerados insuficientes, pero también las insatisfacciones pueden estar asociadas a una mala imagen de la empresa en el mercado o a un mal clima laboral.

Ante dinámicas negativas, transformación del modelo organizativo

Transformación del modelo organizativo

Las organizaciones entran en dinámicas negativas de las que no pueden escapar fácilmente. Se ha intentado reiteradamente hacer cambios, muchas veces de forma poco estructurada, y no se han conseguido los resultados deseados. Entran en bucles y las empresas se instalan en un clima de pesimismo, resignación y desconfianza, esperando que se dé una circunstancia ajena y aleatoria que resuelva los problemas. En ocasiones, las soluciones pasan por cambiar al equipo directivo.

En este contexto, y en particular cuando los resultados negativos o escasos son recurrentes y la situación patrimonial empieza a debilitarse, es preciso realizar un ejercicio de transformación, haciendo un «update» del modelo organizativo. No nos valen pequeños cambios o pequeñas mejoras, sino que es preciso un salto cualitativo. Si queremos obtener resultados diferentes, deberemos hacer cosas diferentes.

Analizar la situación e identificar oportunidades de mejora

Analisis de situación

Una vez aceptado que deberemos hacer cosas diferentes, lo que no tiene sentido y además es peligroso es iniciar un proceso de cambios sin saber el objetivo perseguido y sin una hoja de ruta. Es por esto que antes de iniciar el proceso de cambio deberemos hacer un análisis de la situación que nos permita identificar oportunidades de mejora a nivel estratégico y a nivel operacional, deberemos ser capaces de cuantificar en términos de resultados económicos estas oportunidades de mejora y deberemos ser capaces de identificar qué cambios son precisos para conseguir los objetivos.

En esta fase de análisis es fundamental ser muy consistente a la hora de establecer relaciones causa-efecto entre las acciones a emprender y los resultados a obtener. No nos podemos tirar a la piscina sin saber si encontraremos agua o no. Pero igualmente es fundamental obtener la participación del equipo directivo, ya que por una parte deben validar los objetivos y planes, y por otra parte deben implicarse y hacer suyo el proyecto. Sin su compromiso, el proceso de cambio está condenado al fracaso.

Plantear objetivos, planes y acciones concretas

Plantear objetivos

Estamos hablando de un proceso complejo que obligará a cambiar rutinas y a desmontar viejas creencias y prejuicios. Es por esto que a la dirección que ha gestionado la compañía hasta la fecha, por si sola y sin ningún tipo de soporte, no le va a resultar nada sencillo efectuar estos cambios.

Para este tipo de transformación, la dirección deberá plantearse una estructura de proyecto en la que existan objetivos, planes generales, acciones concretas y calendario. También será fundamental dejarse acompañar por personas con experiencia en transformación de organizaciones que aporten tiempo de calidad, conocimientos, energía y estén libres de prejuicios.

Antoni Monistrol
Socio Director de Expert Executive Management

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