Adaptarse a los cambios empresariales
Heráclito decía que «lo más constante en esta vida es el cambio: todo fluye, todo cambia, nada permanece». Los cambios pueden ser periódicos y predecibles, o súbitos e inesperados. Podemos controlar los primeros, y seremos muy competentes si nuestra visión de futuro nos permite prevenir los segundos. Todo cambio exige una adaptación a las nuevas circunstancias, un cambio interno para confluir con lo externo. Este cambio que requieren las nuevas necesidades, gustos o modas, lo llamamos reestructuración o restructuring en su acepción sajona. Según la índole de los cambios, hablaremos de restructuring preventivo o restructuring correctivo.
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