La empresa precisa de un perfil directivo diferente para cada circunstancia. No hay buenos estilos directivos ni malos estilos directivos, sino que hay que tener la capacidad de aplicar el estilo directivo que la circunstancia requiera (recomiendo la película Almas en la hoguera).
De la misma manera, podemos decir que no hay perfiles directivos buenos ni malos (aunque a veces sí podemos decirlo), sino que hay un perfil directivo para cada ocasión.
Hay ocasiones donde la empresa requiere directivos especialmente eficaces: happeners. Gente que hace que las cosas pasen, gente que consigue los objetivos. Estos happeners también tienen sus defectos y limitaciones, pero en determinados momentos complejos y adversos en la vida de la empresa, si esta no cuenta con un happener, lo tiene que conseguir a toda costa.
Un directivo eficaz es aquel que consigue los objetivos marcados en los plazos marcados. El directivo eficaz está orientado a resultados, sabe analizar, pero sobre todo sabe ejecutar. Son personas dispuestas a asumir riesgos y a tomar decisiones asumiendo las consecuencias. Son personas que, más allá de tener un comportamiento ético, están cargadas de energía y son capaces de dibujar y ejecutar hojas de ruta simples y claras.
Para ser eficaz puede que digan que es preciso tener mucha experiencia y mucha formación. Sin embargo, formación y experiencia no son suficientes, sino que es preciso tener un determinado carácter. El hecho de tener mucha experiencia y formación, sumado al carácter, le permitirá al directivo ser más eficiente y llegar al objetivo de una manera más rápida y económica. Si, por el contrario, el directivo es más bien indeciso, dubitativo y con aversión al riesgo, por mucha formación y experiencia que tenga, no conseguirá tomar decisiones y alcanzar los objetivos.
Los directivos happeners acostumbran a ser buenos comunicadores y saben que para conseguir los resultados necesitan que su equipo esté alineado y comprometido. Un happener buscará consensos, pero si no los encuentra tomará las decisiones que considere más adecuadas, gusten o no gusten. Porque no hay nada que genere mayor desánimo en un equipo directivo que tener un líder que no consigue los objetivos empresariales. No hay nada que empeore más un clima laboral que estar en una organización donde no se consiguen los objetivos perseguidos. El buen directivo eficaz será muy transparente, tanto con el equipo, como con el consejo, como con los bancos. Compartirá los planes y compartirá las acciones tomadas, los resultados y las dificultades.
Un directivo eficaz conseguirá generar confianza en el consejo de administración y facilitará que los accionistas aprueben los planes de negocio, por más complejos que sean. Los consejos de administración necesitan confianza y solo se la puede dar un directivo con eficacia demostrada. Por otra parte, un directivo eficaz es capaz de desencallar propuestas de financiación solicitadas a los bancos y que no consiguen prosperar por falta de confianza. Un proyecto empresarial presentado por una empresa con situación patrimonial determinada tendrá muchas más probabilidades de ser financiado por un banco si es presentado por un directivo que haya demostrado su eficacia.
Antoni Monistrol
Socio Director de Expert Executive Management
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