Los criterios de concesión de créditos y préstamos bancarios se están redefiniendo. Los bancos son reacios a cierto tipo de operaciones como financiar a pequeñas y medianas empresas. Estas decisiones están en parte influenciadas por la normativa bancaria europea (acuerdos de Basilea III) como consecuencia de la última crisis bancaria.
No resulta fácil, pues, obtener financiación bancaria cuando quien hace la solicitud es una pequeña o mediana empresa, incluso en caso de tener resultados positivos y un bajo nivel de endeudamiento.
Los departamentos de riesgo de los bancos han visto aumentado su peso en la toma de decisiones en detrimento de las propuestas de los departamentos comerciales, y el cumplimiento de una serie de criterios ha pasado a ser determinante.
Esta limitación en el crédito hace que los bancos se focalicen en empresas solventes con alto volumen de pasivos. Las pequeñas y medianas empresas sin historial o con un historial con incidencias no tienen muchas posibilidades de obtener un préstamo.
Con el fin de aumentar las posibilidades de obtener financiación bancaria serán determinantes las características del producto solicitado y las garantías aportadas, así como unos estados financieros que indiquen claramente la capacidad de generar suficiente cash para hacer frente a la deuda.
Sin embargo, más allá de las pautas y ratios que dictan las normas europeas y de los fríos ratios de los departamentos de riesgos, los departamentos comerciales de los bancos van a valorar a las personas y al equipo directivo y van a apostar por el rigor en el cumplimiento de los presupuestos y los planes de negocio, la calidad del proyecto y la coherencia de las decisiones estratégicas, y el track record y energía del equipo directivo. Lo que Warren Buffet llamaría «la integridad, la inteligencia y la energía de las personas».
No siempre la financiación bancaria es la opción más adecuada. El empresario debe contemplar otras formas de financiación como los préstamos de entidades públicas, el crowdlending, la entrada de socios financieros o la entrada de fondos de inversión.
La financiación a través de la entrada de un socio financiero puede ser la opción más adecuada para aquellas situaciones en las que la empresa tiene un excelente proyecto pero no ha obtenido hasta la fecha resultados positivos.
También la entrada de un socio financiero o un fondo de inversión puede ser la solución más adecuada cuando la empresa se plantea emprender una etapa de fuerte crecimiento con fuertes inversiones que no pueden ser únicamente financiadas con recursos ajenos.
La entrada de un socio financiero o un fondo de inversión es una decisión estratégica que conlleva importantes cambios en el consejo de la sociedad. Esta mayor complejidad puede ser muy beneficiosa en función del perfil del nuevo accionista y de su capacidad para aportar valor en la toma de decisiones y en el gobierno de la sociedad.
inversor o un fondo de inversión para identificar buenos compañeros de viaje, que los hay.
Antoni Monistrol
Socio Director de Expert Executive Management
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